Un estudio revela que, a pesar de tener peores resultados en salud mental, las mujeres reportan niveles más altos de felicidad que los hombres. La investigación sugiere que factores biológicos, culturales y metodológicos podrían explicar estas diferencias, destacando la necesidad de enfoques políticos que aborden la salud mental y el bienestar emocional desde una perspectiva de género.